Apenas 3 años. No hay mucho que recuerde, un poco de tus fotos, algo de tu rostro sigue en mí. Ahora esas fotos no las tengo, están en el lugar más recóndido de un librero, en una ciudad lejos de aquí.
Algo entre 22 y 23 años, la universidad que pide hacer experimentos con uno mismo. Experimentos que me sirven a ser una mejor psicóloga. Experimento que ni se como hacer si no se nada de ellos, ni de ti.
Siglo 21, Google y Blogs. Escribo los dos apellidos, presiono un botón y veo su cara. ¿Que es esto? tenía que ser el Internet. Un simple click y yo quedo detenida en el momento, por unos cuantos segundos.
Tantos cumpleaños para los cuales ella guardó cada regalo. No le he visto en 13 años, y ya no le voy a ver más. Dale scroll, más personas que no veré... de por si nunca fueron cercanos. Palabras duras para aquellos que no fueron dulces conmigo.
No cayeron lágrimas, no se me ha quebrantado la voz. Pero difícil es reconocer que sigue pasando lo que escuché desde siempre y recordé a mis 12 años.
Los segundos detenidos ya pasaron, y sigo aquí.
"Sé que a veces miro para atrás...
...pero es para saber de donde vengo"
- Como un pájaro, Malpaís.