November 3, 2008

A veces miro para atrás...

Apenas 3 años. No hay mucho que recuerde, un poco de tus fotos, algo de tu rostro sigue en mí. Ahora esas fotos no las tengo, están en el lugar más recóndido de un librero, en una ciudad lejos de aquí. 

Algo entre 22 y 23 años, la universidad que pide hacer experimentos con uno mismo. Experimentos que me sirven a ser una mejor psicóloga. Experimento que ni se como hacer si no se nada de ellos, ni de ti. 

Siglo 21, Google y Blogs. Escribo los dos apellidos, presiono un botón y veo su cara. ¿Que es esto? tenía que ser el Internet. Un simple click y yo quedo detenida en el momento, por unos cuantos segundos. 

Tantos cumpleaños para los cuales ella guardó cada regalo. No le he visto en 13 años, y ya no le voy a ver más. Dale scroll, más personas que no veré... de por si nunca fueron cercanos. Palabras duras para aquellos que no fueron dulces conmigo. 

No cayeron lágrimas, no se me ha quebrantado la voz. Pero difícil es reconocer que sigue pasando lo que escuché desde siempre y recordé a mis 12 años. 

Los segundos detenidos ya pasaron, y sigo aquí.


"Sé que a veces miro para atrás...



...pero es para saber de donde vengo"
 - Como un pájaro, Malpaís.

Nos faltó cancha

Nos faltó cancha 
 (Parte 1 - ella)
©2008, CL.



Un saludo. 
Un saludo y un tequila. 
Un saludo, un tequila y tu mirada. La mirada que cruzamos, penetrante. La canción que tengo que dejar de cantar por tu mirada. No puedo dejar de mirarte. Estoy aquí por ese tequila.

Ellos quieren que te tome una foto de cerca, soy la única que lleva cámara. Una simple foto de cerca, pero ellos no tienen idea de las fotos que se pasan por nuestras mentes. Te tomo la foto, las fotos, me miras, yo no se si sonreír, si quedarme seria, mi estomago no aguanta estos nervios. Me miras, no aguanto tu mirada, te quedas viendo al lente. Ellos luego dirán que hasta posaste. Alcanzo a hacer algo parecido a una sonrisa y me voy a la mesa. Siento tus ojos en mi espalda.

Sigo esperando a que se termine la última canción, no tocas mi favorita. No importa, no es eso lo que quiero que toques. Ellos quieren conocerte, yo quiero que me reconozcas. Vamos caminando hacia ti, casi que nos estrellamos. Estas ocupado, ¿que se supone que tengo que hacer? odio esta cantidad de gente a nuestro alrededor. 

Ellos no saben absolutamente nada, van y te hablan, te dan cumplidos, es más de lo mismo, lo que te dice todo el mundo. Me miras…. me miras dos veces, ¿me estas reconociendo? no se que comentario efímero te hago, tu sonríes pero me quitas la mirada. No se si estas nervioso o es que no me recuerdas. Sigue hablando, de por si me encanta tu voz. Pides un cigarro, te lo regala mi amigo. Te  concentras en el papel en la mesa, tienes una risa nerviosa y no me miras. Lo único que nos separa es un poco de aire. 

Mi ilusión se disuelve rápidamente, ya no se como preguntártelo, te lo diré luego... después de que pasen unos días. Alguien dice que nos tomemos una foto, talvez es el momento para preguntártelo, al oído. Ah, pero la foto no es solo contigo... ¿ya te dije que odio la cantidad de gente a nuestro alrededor?

¿Cuanto tiempo ha pasado? ¿5 minutos? en realidad son horas desde que llegué, y desde que me viste, tantos momentos que se detienen. Vos me miras, no dices nada, esa fue la última oportunidad que te di en la noche.  Doy la vuelta y me voy. Que ingenuidad. No me hablaste, no me reconociste, no sos vos. 

De por si solo estaba ahí por ese tequila. 

Bueno... bien sabes que no es cierto... 

estuve ahí por vos.